Normas de la súplica
¿Cuáles son las normas de la súplica basados en el Corán?
Con respecto a las reglas de la súplica, el Corán ha ordenado que se recite lentamente, en secreto, con ruego y humildad. Se debe evitar la voz alta en el recuerdo y petición a Dios. Los exegetas han considerado que la recomendación de estas normas va ligada con aceptar la verdad y alejarse de la hipocresía y la ostentación. La súplica debe ir acompañada de voto y temor, es decir demostrar su necesidad y temor ante Dios.
Suplicar despacio y en secreto
En el Corán, se recomienda suplicar lentamente y en voz baja:
- Y recuerda a tu Señor en tu corazón con humildad y respeto, y sin levantar la voz. (Corán: 7: 205)
Cuanto más despacio una persona recita, cumple de mejor manera las normas de la súplica. Rogar suavemente representa sinceridad y aceptación y está alejada de la hipocresía. Durante un viaje, el Profeta Muhammad (PB) vio a algunos compañeros que estaban gritando y suplicando. El Profeta dijo: "Supliquen en silencio". En el versículo 55 de la Sura Los lugares elevados, se ordena suplicar a Dios en secreto y con humildad, porque va acompañada de concentración verdadera y presencia del corazón. Se menciona en el Corán que el Profeta Zacarías también solía invocar a Dios de esta manera.
Existen normas e instrucciones para suplicar. Uno de los más importantes es que debe ser recitada con ruego y a escondidas, sin que sea en voz alta y moleste a los demás o fingiendo orar y haciendo ruido. El Mensajero de Dios (PB) dijo: "El mejor recuerdo de Dios es la súplica en secreto". También dijo: «Esa noche cuando ascendí al cielo, me dijeron: "¡Oh Muhammad! Siempre que alguien de tu comunidad tenga muchas penas, debe recordarme en secreto"».
Suplicar a Dios en voz alta es contrario a las reglas de la adoración, la razón de esto es la narración que vino del Sello de los Profetas (PB) que en una de sus batallas recorrió una larga distancia con sus compañeros hasta llegar a un terrible desierto. Esa noche, era una noche oscura y uno de ellos estaba diciendo takbir en voz alta, el Profeta (PB) dijo: "A quién estás llamando no está lejos ni ausente". Algunos sabios dicen que se debe recordar y suplicar al Todopoderoso con un tono moderado, ni muy alto ni muy bajo.
Súplica y humildad
En el Corán, se ordena: Suplicad a vuestro Señor con humildad y en secreto. En verdad, Él no ama a los transgresores. (Corán: 7: 55)
La palabra súplica literalmente significa demostrar debilidad y humillación. En otros términos, también se refiere a la expresión verbal de uno mismo ante Dios al pedir sus necesidades y expresar su humillación frente a Él para resolver problemas. Algunos sabios han considerado que significa llorar.
De acuerdo con los versículos 42 y 63 de la Sura Los lugares elevados, la creencia del ser humano en la debilidad y la humillación del alma frente a Dios y Su grandeza, y el sentimiento de impotencia en tiempos de adversidad y problemas se encuentran entre los factores que lo impulsan a suplicar. Por otro lado, el insistir en la incredulidad, la terquedad, seguir la tentación de satanás, cometer pecados y estar orgulloso de sus acciones le impiden implorar al Todopoderoso. En el Corán y especialmente en las narraciones, se recomienda llorar durante la adoración. Se narró del Profeta Muhammad (PB) que aconsejó llorar debido a los pecados para estar a salvo del Infierno.
Normas de la súplica en las narraciones
En las narraciones existen muchas normas sobre cómo se debe suplicar. Entre ellas, rogar en un estado de humildad y humillación, expresando la necesidad, repitiendo y ahondando en la petición, pedir con sinceridad y prestando atención a la naturaleza del Altísimo con toda la existencia y apartándose de otro que no sea Él, recurriendo a Muhammad y la familia de Muhammad (PB) y enviándoles saludos al principio, en medio y al final de la súplica, alabando y enalteciendo a Dios. Confesar las faltas y buscando el perdón antes de empezar a orar. Comprender correctamente la grandeza del Todopoderoso, con la intención de que su pedido sea aceptado, teniendo buena fe en la respuesta del Señor, suplicando con serenidad de corazón y quietud. Evitar la prisa y sin tener ninguna preocupación, excepto implorar ante su presencia, sin levantar la voz y hacerlo en privado, ser justo en su pedido, es decir, lo que sea bueno y mejor para uno mismo.
Notas
- Este artículo está tomado principalmente de «آداب دعا» en wikipasoj de persa.