Descripción del paraíso con la imaginación limitada del ser humano
¿Por qué todo lo que los árabes imaginaron hace 1400 años como una utopía o como sus aspiraciones se describen en el Corán como un paraíso? Ahora bien, ¿qué se les debería decir a los habitantes de las hermosas regiones del mundo acerca de la visión islámica del paraíso? ¿Acaso porque tenemos muchos de estos paraísos en nuestro país, no necesitamos el paraíso del Islam?
El verdadero paraíso está más allá de la imaginación humana, y el Corán y los hadices han tenido que usar ejemplos que la gente pueda comprender para describir el paraíso. El Corán proporciona un criterio general de que cualquier cosa que desees en el paraíso estará disponible para ti. Además, el Corán no considera que el objetivo final del ser humano sea alcanzar las bendiciones del cielo, sino que su propósito es lograr la complacencia de Dios. El cielo o el infierno se considera la encarnación material de las acciones humanas. Cada persona enfrentará sus actos en el Más Allá y nadie puede afirmar que no las haya realizado. Entonces es posible hablarles a todos los seres humanos sobre el paraíso del Islam e invitarlos a la religión, sin la necesidad de contradecir la idea de los jardines y los paisajes terrenales con el paraíso divino.
Imposibilidad de describir el Más Allá
Los seres humanos viven en un mundo limitado, todas las imaginaciones están dentro de este marco y la verdad del paraíso está más allá de nuestra comprensión. Como resultado, las interpretaciones dadas en el Corán y los hadices sobre el paraíso son para que podamos entender una parte de este, pero el verdadero cielo está más allá de lo que podemos imaginar. Algunos eruditos han citado esto como el feto en el vientre de la madre. Las bellezas de este mundo no se las puede describir para el feto. Mientras que ese ser no haya visto nada más que el útero de su madre y no tenga idea del mundo exterior, a pesar de una descripción nunca podrá imaginárselo correctamente.
Eternidad del Más Allá
La visión del ser humano no debe ser la visión corta de la vida mundana, sino que debe considerar su eternidad. Según el Islam, el ser humano no se destruye después de la muerte, sólo se transfiere de este mundo a otro mundo. Así que, si el bienestar y la comodidad han de ser elegidos, no es sabio elegir un lugar en este mundo porque no importa cuán hermoso y agradable sea ya que solo es suficiente para los años limitados de la vida, pero el paraíso coránico está prometido para la eternidad del ser humano.
Mayores bendiciones del paraíso
El Corán ha establecido algunos criterios sobre el Paraíso y sus bendiciones: وَلَكُمْ فِيهَا مَا تَشْتَهِي أَنْفُسُكُمْ وَلَكُمْ فِيهَا مَا تَدَّعُونَ. نُزُلًا مِنْ غَفُورٍ رَحِيمٍ ...y ahí tendréis lo que vuestras almas deseen y tendréis lo que pidáis. Hospitalidad de Un perdonador misericordiosísimo.
Sura Explicadas detalladamente : 31-32
وَعَدَ اللَّهُ الْمُؤْمِنِينَ وَالْمُؤْمِنَاتِ جَنَّاتٍ تَجْرِي مِنْ تَحْتِهَا الْأَنْهَارُ خَالِدِينَ فِيهَا وَمَسَاكِنَ طَيِّبَةً فِي جَنَّاتِ عَدْنٍ ۚ وَرِضْوَانٌ مِنَ اللَّهِ أَكْبَرُ ۚ ذَٰلِكَ هُوَ الْفَوْزُ الْعَظِيمُ Dios ha prometido a los creyentes y a las creyentes Jardines de cuyas profundidades brotan los ríos, en los que estarán eternamente y moradas agradables en los Jardines del Edén. Pero obtener la satisfacción de Dios es algo más grande. ¡Ése es el triunfo inmenso!
Sura El arrepentimiento : 72
Además, la principal recompensa de los creyentes es la satisfacción divina, que es superior a todas las demás bendiciones y no es comparable a ninguna otra prosperidad mundana.
Encarnación de las acciones
El paraíso no es una recompensa por la adoración de los creyentes a Dios, pero el cielo o el infierno son nuestras obras (encarnación de nuestras acciones). Por lo tanto, el ser humano enfrentará sus actos en el Más Allá, y nadie puede afirmar que no las haya realizado.
. الْيَوْمَ تُجْزَوْنَ مَا كُنْتُمْ تَعْمَلُونَ Hoy seréis recompensados por lo que hacíais.
Sura La arrodillada : 28
En este versículo se afirma que te recompensarán por lo que solías hacer. La conclusión que se puede sacar de esta declaración coránica es que nuestra misma acción es el cielo o el infierno. Así que uno puede vivir en la parte más hermosa de la tierra pero estar tan aburrido de esta vida que pareciera estar viviendo en el mismo infierno. Por otro lado, uno puede vivir en el abrasador desierto de Arabia Saudita, pero como su corazón y sus obras están con Dios y sabe el gran propósito por el que vive, la vida es tan dulce como si viviera en el paraíso; porque sabe que si todas las calamidades e infortunios son para lograr ese objetivo principal, que es estar cerca de Dios, no solo este sufrimiento no es doloroso, es belleza pura. Entonces es posible hablarles a todos los seres humanos sobre el paraíso del Islam e invitarlos a la religión sin contradecir los jardines y los paisajes terrenales con el paraíso divino. Como vemos, los musulmanes viven en diferentes países y no ven una confrontación entre el paraíso terrenal y el paraíso divino.